viernes, 30 de septiembre de 2011

Ayudemos a aprender a un adulto

La Didáctica es la disciplina que estudia la enseñanza, pero debemos tener en cuenta que no puede estardesligada del aprendizaje. Entonces abordemos un análisis parcial ayudado desde la psicología. De cómo aprende un adulto. Querer aplicar la misma metodología en la formación de personas adultas es erróneo, no igual y/o similar que el aprendizaje de niños y adolescentes.
 Las primeras diferencias a tener en cuenta son:

A)    el dominio de habilidades y estrategias de aprendizaje;
             B)   la motivación y los intereses personales;
             C)  la maduración psicológica;
             D)  su situación personal, la disponibilidad que tenga y las condiciones en que se encuentre; y
             E)  su nivel de autoestima.

Teniendo en cuenta estos diferencias y al poner a una persona adulta ante una situación de aprendizaje, observar lo siguiente:
A)    puede hacer mucho tiempo que no realiza ninguna acción formativa. Tendrá, pues, dificultades derivadas de la falta de recursos, habilidades y estrategias para aprender, y de la falta de hábitos de estudio establecidos;
B)    busca la utilidad y la aplicación práctica de la formación. Si tiene la sensación de que aquello que aprende no le sirve, se desmotivará, desviará su interés y dejará de aprender;
C)    realiza la formación en condiciones difíciles, con cansancio, con preocupaciones laborales y familiares, etc. La formación no es el aspecto principal de su vida; y
D)    puede tener un nivel bajo de autoestima, sintiéndose poco valorado y creyéndose poco capacitado para llevar a cabo la formación.
Sabiendo esto avancemos:
A)    hay que dotarle de aquellas habilidades y técnicas de estudio necesarias que le ayuden a organizar y construir su aprendizaje;
B)    hay que establecer muy claramente cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar;
C)    necesita combinar los aspectos teóricos con los prácticos, y relacionar lo abstracto con lo concreto y cotidiano;
D)    necesita establecer relaciones entre aquello que aprende y aquello con que trabaja;
E)    hay que establecer un clima de confianza y entendimiento;
F)    hay que valorar el hecho de formarse y el esfuerzo que esto implica;
G)    hay que premiar los éxitos y valorar los fracasos. Hay que estimular y motivar.
A modo de cierre, recordemos entonces:
La formación de un adulto comienza en  querer aprender, el ámbito para poder aprender y por último aplicar lo aprendido.
Para mayor información accede a lo siguiente dirección
http://abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educaciondeadultos/publicaciones/documentosdescarga/cap1.pdf

sábado, 17 de septiembre de 2011

Leer o relatar el cuento de terror.

Un pequeño dilema para este género literario. No cualquier lector logra tener un impacto con la lectura en voz alta, porque se debe transmitir el gusto por la palabra escrita.
En principio no a todos les gustan los temas de terror a otros quizás le guste de misterio, que no es lo mismo.  Esto no quiere decir que si alguien no quiere escuchar un cuento de misterio nunca se lea esta forma literaria. Por el contrario, aquí entra la capacidad del profesor para buscar otra alternativa, el relato. Relatar es contar  con el máximo de detalles y con el suspenso necesario para atrapar a quien escucha.

Aquí entonces algunas sugerencias, para la lectura:
• La lectura previa es importante esto dará el suficiente conocimiento para  leer bien  los signos de puntuación.
• Es recomendable  no caminar a lo largo y ancho del salón. Para que de esta manera  quien escucha esté atento y visualice quien leer.
• Mantener un diálogo visual con los alumnos durante la lectura en voz alta.Tener erguida la cabeza (nunca agacharla) y el libro no debe tapar los ojos, para que los alumnos también establezcan el contacto con la mirada.
• Las gesticulaciones con los brazos y el rostro son fundamentales para que los alumnos entiendan mejor el texto y para retener su atención. Sin exagerar ya que los alumnos pueden distraerse y no atender a la lectura.
• Puede detener la lectura en voz alta en ciertas partes para generar suspenso. Pero debe ser pocas interrupciones para no cortar la ilación de la trama.

Espero tengan en cuenta a la hora de la lectura y para el relato miren a un escritor y relator argentino, Alberto Laiseca.